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Académica afirma que “un niño que tiene una buena higiene corporal, es un niño que se enferma menos”

Fomentar desde temprana edad los hábitos de limpieza corporal y dental son bases para criar adultos autónomos, responsables y saludables. Así lo explicó Jaqueline Castro, académica de Enfermería UCM y una de las expertas del programa Prosalud que busca fomentar hábitos saludables en preescolares.

La ducha diaria es un hábito instalado en América Latina y algo que los padres inculcan tempranamente, sin embargo, esta debe enseñarse con un orden y técnica adecuada para mejorar sus resultados.

“Al niño se le debe explicar que, si el agua cae desde arriba hacia abajo, en ese mismo sentido debemos limpiarnos. Sin embargo, comenzar por la cabeza, implica solo mojarla y dejar el shampoo para el final para evitar que este caiga en los ojos, pues muchos niños rechazan la ducha por la irritación y las molestias que les genera”, explicó Jaqueline Castro, académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica del Maule (UCM) y una de expertas del proyecto Prosalud que promueve hábitos saludables entre los preescolares de la red de Escuelas de Lenguaje de la Provincia de Curicó.

LIMPIEZA DENTAL

Desde que son lactantes, la higiene bucal debe comenzar. “Una higiene de encías se realiza con una gasa o algodón que se envuelve en el dedo, con la precaución de mantenerlo sostenido. También se pueden utilizar sabanillas mojadas en agua tibia y limpiar la cavidad dental. Esto evita que los restos de leche que pueden promover que allí comiencen a crecer microorganismos que pueden favorecer alguna una enfermedad”, detalló.

Y para aquellos que creen que los dientes de leche no requieren de mayor cuidado, la académica señaló que “sin duda que se van a caer, pero los dientes de leche posicionan correctamente los dientes definitivos y son el puntapié inicial para la dentadura, por tanto, deben cuidarse con una buena higiene dental y, junto con ello, promovemos este hábito”, sostuvo.

Demora en la salida de nuevas piezas dentales, sangrado constante con el cepillado o cambios en los hábitos de alimentación producto de molestias en las encías; son señales de alerta para los padres y en caso de presentarse, deben acudir al profesional de odontología.

IMPACTO EN LA ADULTEZ

“Un niño que tiene un buen cepillado dental nunca tendrá problemas de caries y un niño que tenga una buena higiene corporal es un niño que se enferma menos y que requiere con menos frecuencia acudir al médico”, enfatizó la académica.

El desarrollo de la autonomía en el cuidado del cuerpo, no solo impacta en la salud sino en el conocimiento del propio cuerpo. “Un niño que tenga ese hábito diario, le va a avisar a sus papás cuando hay algo que está en su cuerpo que no estaba antes, será un niño capaz de resolver solo muchas situaciones y también será capaz de identificar cuando hay algo que ya no puede controlar”, afirmó.

Lo ideal, explicó la académica, es que, a partir del año de edad, se comience a fomentar la autonomía haciendo que los menores tomen solos el cepillo dental, pues “mientras más temprano creemos este hábito, el niño o la niña van a ser más seguros y responsables, se van a comprometer con sus actividades diarias y, junto con ello, tendrán una muy buena salud mental”, dijo.

Y aunque algunos padres consideren que, al fomentar la autonomía, pierden apego, lo cierto es que, según la experta, “la autonomía es fundamental y es la base para que sea un adulto responsable de lo que hace y muy seguro de las decisiones que toma”, cerró.

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