Cifras fueron reveladas en el seminario “Infancia: Protección y apoyo en vulneración” que realizó la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica del Maule con el objetivo de que los estudiantes que realizarán próximamente sus prácticas conozcan cómo proteger a un menor cuyos derechos se han vulnerado.
Familiares directos o personas que la víctima conoce, resultan ser los agresores sexuales más comunes de niños y adolescentes, preocupantes datos que fueron revelados en el marco del Seminario “Infancia: Protección y apoyo en vulneración” que realizó la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica del Maule (UCM) en su sede en Curicó.
En el país, “Entre el 35 y el 40 por ciento de los casos, la agresión sexual se da intrafamiliar y en el caso de Curicó, es el 53 por ciento. El agresor puede ser un tío, un primo, el papá o el padrastro de la víctima. Es un dato súper determinante y concluyente”, expresó Danilo Rodríguez, oficial profesional de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI Curicó.
Rodríguez también reveló que, en la comuna, el 47 por ciento de los casos, los victimarios “No son familiares o tampoco hacen parte de la familia extendido, pero sí son conocidos de la víctima, es decir, un amigo del primo o un amigo del tío o un vecino. Por lo mismo reitero la invitación a que estemos atentos”, indicó.
El evento fue realizado con el objetivo de que los 80 estudiantes de Enfermería de la UCM, que están próximos a realizar sus prácticas profesionales, puedan reconocer cuando están ante una posible víctima de un delito sexual y sepan cómo activar los protocolos que la ley establece.
Yessica Benavides, directora de la Escuela de Enfermería de la UCM en Curicó –acreditada por 6 años- explicó que “La idea de este seminario es que ellos tengan herramientas útiles y orientadoras para que puedan reaccionar o activar las redes de apoyo tanto ahora como estudiantes, porque pueden ejercer este rol, o cuando sean profesionales”, expresó.
Recomendaciones
Cómo acoger a la víctima y la manera correcta según la ley de activar las redes de alerta ante una denuncia fueron dadas a conocer por los expertos invitados. “Si la víctima nos dice que la abusaron o la violaron, no podemos cuestionarle la ropa que usaba en el momento de la agresión o las conductas que realizó, no podemos hacer eso”, expresó Danilo Rodriguez, profesional de la PDI.
“Aunque en ese momento, no se puede ahondar en detalles, sí hay que preguntarle a la víctima lo relevante que dará pie para seguir la investigación y les recomiendo que hagan las preguntas básicas del periodismo: qué, cuándo, dónde y quién”, manifestó el profesional de la PDI.
Por su parte, Gerardo Chandía, coordinador del Centro de Atención Psicológica Integral (Capi) de la UCM manifestó que, en el momento de intervenir familias con riesgo, es importante tener en cuenta que “Trabajamos con una orden de un juez, pero no para el juez. Si mantenemos esa lógica de trabajar para el juez caemos en malas prácticas e intervenciones iatrogénicas, es decir, que hacen daño, a través de retar, aconsejar, amenazar, minimizar, desvalorizar, etiquetar y subsidiar”, puntualizó.
