250 especies arbóreas nativas se plantaron en una de las laderas afectadas por un incendio durante el verano pasado.
Felices acudieron al llamado a colaborar 60 estudiantes de AIEP Curicó y del colegio Manuel Larraín, para reforestar el cerro Carlos Condell, actividad coordinada por la oficina de medio ambiente de la municipalidad local junto a la corporación de patrimonio y CONAF, en el marco de la celebración del día mundial del medio ambiente.
Carolina Marín, encargada unidad de medioambiente, dijo que en el marco de las acciones medioambientales encomendadas por la gestión del alcalde Javier Muñoz, se coordinaron estas acciones con diversas instituciones.
“Recorrimos muchos viveros para encontrar las especies nativas adecuadas para nuestro cerro. Además tenemos el aporte de niños del colegio Manuel Larraín, que están acopiando tetra pack, lo que nos sirve como cubre cuello para los árboles y agradecemos a todas las instituciones que se motivaron a participar”, dijo.
María Soledad López, directora de asuntos estudiantiles de AIEP, valoró la acción realizada por el municipio y dijo que los estudiantes estuvieron muy motivados: “estamos en proceso de fomentar el reciclaje, tenemos basureros especiales y queremos seguir en lo mismo, apoyando estas iniciativas”.
Por su parte Nelson González, jefe provincial de CONAF Curicó, dijo que donaron 40 árboles, específicamente maitén, y además colaboraron en la capacitación. “La ladera tiene una zona más húmeda y otra más seca, así que se dividirán los sectores de acuerdo a la especie arbórea para su mejor conservación”, afirmó.
Joaquín Sepúlveda, de la Corporación de Patrimonio Cultural e Histórico, dijo que comenzó a investigar el cerro hace 4 años y vio que había mucha flora nativa. A raíz del incendio del verano pasado, planteó la iniciativa al municipio para llevarla a cabo con diversas instituciones.
“Acá queremos recrear dos ecosistemas, uno seco donde van las especies esclerófilas y otro más húmedo en la zona del humedal. Este es el primer paso que queremos dar para fomentar que el cerro no sólo es un parque sino que también es un ecosistema vivo”, enfatizó.
El cerro es un sistema vivo que requiere posteriormente un cuidado luego de la reforestación. Por esto Juan Rafael González, director de aseo y ornato, dijo que el municipio se encargará de mantener las especies.
“Bonita actividad, hay harto espacio donde reforestar, nos vamos a preocupar que los arbolitos se conserven. Nos hemos preocupado de extender la red húmeda para abastecerlos de agua. El municipio planta más de 1.500 árboles en el año. El cerro tiene 42 hectáreas y cada año se ve más forestación que también hay que cuidarla y requiere preocupación durante todo el año”.
