No solo convertirse en un médico, sino que también ser un aporte para la sociedad, son las motivaciones que llevaron a Cristóbal Bravo a elegir la Universidad de Talca.
Obtener 850 puntos y situarse como Puntaje Nacional en la Prueba de Transición (PTU) de Ciencias, mención Química, fue inesperado para Cristóbal Bravo. “Simplemente llegó, fue una sorpresa grata”, comentó el joven que ingresó a la carrera de Medicina de la Universidad de Talca.
“Estoy muy feliz con mi decisión”, afirmó el estudiante, quien relató que decidir dónde formarse fue fácil, debido a que desde su niñez mantiene una especial conexión con la casa de estudios, donde además uno de sus hermanos es alumno de la Escuela de Odontología.
“De pequeño venía a la Universidad de Talca, iba al Jardín Botánico, veía los edificios, tengo gratos recuerdos de este lugar, además del gran estatus que tiene la institución a nivel nacional. Me gustó quedarme acá”, expresó.
Oriundo de la capital maulina, el joven es egresado del Colegio Inglés y decidió estudiar Medicina luego de estar toda su vida ligado a las ciencias debido a que sus padres son odontólogos y académicos, por lo cual la vocación por las carreras de la salud fue algo casi natural.
Sobre cómo proyecta sus años de formación, Cristóbal dijo que, en primer lugar, “espero crear amistades con la gente que está pasando por el mismo proceso que yo”, y añadió que se plantea como meta “salir como un profesional apto para la tarea que es vivir en sociedad, además de contar con una gran base de estudios que me permitirá ser un médico utalino”.
La vicerrectora de Pregrado, Paula Manríquez, destacó que “para nuestra institución constituye una gran alegría que un estudiante con gran talento opte por seguir estudiando en su región y así contribuir al desarrollo del territorio, que es uno de los propósitos fundacionales de nuestra universidad”.