El abogado Nicolás Salhus explicó en The Clinic los principales cambios del proyecto presentado por el Presidente Sebastián Puñera.
El profesional maulino, conductor de Política Rock en TVMaule, que es abogado laboralista, magister en arbitraje, explica sobre las 180 horas mensuales de trabajo, que el número se mantiene pero que lo preocupante es la nueva distribución de ellas.
“Hay que considerar que el trabajador no tiene la misma fuerza negociadora que el empleador (por eso existe el derecho del trabajo), e imagínense donde no existe sindicato (serio y responsable, obviamente hablando). Se estaría a la deriva y como resultado de ello volveríamos a un régimen seudo esclavizado”, dijo en The Clinic.
Además el abogado afirma que la jornada laboral de 4 días ya existe según establece el título IV de los pactos y condiciones especiales de trabajo. Y que un gran cierto del proyecto sería jornada semestral y/o anual pactadas a nivel colectivo para adecuarse a las necesidades particulares de trabajadores y empleadores, como, por ejemplo, el caso de los adultos mayores que deseen trabajar más durante los meses de verano y menos en los meses de invierno.
A un punto al que habría que oponerse, señala Salhus, es a crear una bolsa de horas extraordinarias adaptando la norma actual con límites a la cantidad de horas que estará dado por la semana o el mes y no por el día. Este punto sería contradictorio con el lema del proyecto de favorecer la vida familiar.
Sobre lo anunciado de convenir las alternativas de horario de inicio y término de jornada, para acomodar los horarios en beneficio del trabajador, esto ya sería posible, ya los contratos de trabajo son consensuales, y los límites son establecidos por el Código del Trabajo.
Del proyecto sería favorable el regular con la obligación de emitir boletas de honorarios, los trabajos extraordinarios o no permanentes.
“La iniciativa promueve políticas de género y medidas en pos de la inclusión femenina para fortalecer el rol de la mujer en el mundo del trabajo. Además, se imponen normas más rigurosas para reforzar la prevención, fiscalización y sanción del acoso laboral y sexual. Esto pareciera más que nada un guiño al sector defensor de la inclusión femenina. Ello porque ya existen políticas de inclusión en el ramo en materia sindical, generadas en el gobierno anterior. Y en segundo lugar, el código laboral tiene normas antidiscriminación (art. 2º, 485 y 489 entre otras)”, acota el abogado laborista.
